¿Qué santo se celebra hoy, 29 de mayo? Esto es lo que debes saber del santoral de la Iglesia Católica

Cada 29 de mayo, el santoral católico nos invita a hacer memoria de figuras que, desde distintos contextos históricos, vivieron su fe con radicalidad. Hoy destaca San Maximino de Tréveris, un obispo del siglo IV que se enfrentó al poder imperial para defender la verdad del cristianismo frente a la herejía arriana.

San Maximino de Tréveris: el defensor de la ortodoxia frente al Imperio

San Maximino fue obispo de Tréveris (la actual Trier, en Alemania) en una época de intensas tensiones doctrinales dentro de la Iglesia. Se le conoce especialmente por su férrea defensa del dogma de la divinidad de Cristo, en tiempos en que el arrianismo ganaba terreno incluso con el apoyo del emperador Constancio II.

Lejos de doblegarse ante las presiones imperiales, Maximino dio refugio a varios obispos perseguidos por mantenerse fieles a la fe nicena, entre ellos a San Atanasio de Alejandría. Su valentía lo convirtió en uno de los grandes pilares de la Iglesia occidental en el siglo IV.

Murió en el año 349 y su nombre ha quedado vinculado a la resistencia espiritual frente al poder político cuando este amenaza los principios evangélicos.

Otros santos y beatos del 29 de mayo

El 29 de mayo también se conmemora a otros santos y beatos que marcaron la vida de la Iglesia:

• Beata Ursulina de Parma, abadesa italiana del siglo XV, conocida por su espíritu reformador y su profunda vida de oración.
• San Félix de Nicosia, humilde fraile capuchino del siglo XVIII, que dedicó su vida al servicio de los enfermos y al consuelo de los afligidos.
• Beato José Gérard, misionero oblato en Lesoto, que dedicó más de 50 años a evangelizar en el sur de África con una paciencia infinita y un amor sin condiciones.

¿Por qué sigue siendo relevante el santoral hoy?

Aunque a menudo se le asocia con tradiciones antiguas o nombres de calendario, el santoral sigue siendo una fuente viva de inspiración. En un mundo marcado por la incertidumbre y el ruido, las historias de estos santos nos recuerdan que la fe, la coherencia y el compromiso siguen siendo posibles y necesarios.

Los santos no fueron perfectos, pero sí valientes. No huyeron de los conflictos, sino que buscaron responder desde el Evangelio a los desafíos de su tiempo. Y ahí radica su fuerza: en ser profundamente humanos y profundamente de Dios.

Hablar con la fe

Este 29 de mayo, la figura de San Maximino nos interpela, ¿somos capaces hoy de sostener la verdad, incluso cuando incomoda? ¿Sabemos acompañar a quienes sufren por su fe?