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¿Cómo identificar un texto escrito con inteligencia artificial? Las claves que no fallan
Cada vez resulta más difícil diferenciar el contenido que ha sido generado con IA del escrito por una persona

En los últimos años, la inteligencia artificial ha dejado de ser una promesa futurista para convertirse en una realidad que transforma, poco a poco, todos los aspectos de nuestra vida. Esta tecnología ha comenzado a ocupar espacios que antes parecían reservados exclusivamente para la creatividad. Su presencia es tan amplia que ya no sorprende pedirle a un algoritmo que escriba una carta, prepare una presentación o incluso redacte un artículo periodístico.
Sin embargo, aunque se presenta como una herramienta para facilitar procesos y ahorrar tiempo, también trae consigo una serie de desafíos. La IA plantea varias preguntas sobre la autenticidad del contenido, la pérdida de empleos en sectores creativos y el potencial para la desinformación. Como cualquier avance tecnológico, su uso debe ir acompañado de criterio, ética y, sobre todo, una comprensión clara de sus límites.
¿Cómo identificar un texto escrito con inteligencia artificial?
Cada vez es más común encontrar contenido generado con inteligencia artificial, y diferenciarlo del trabajo humano se vuelve una tarea cada vez más compleja. La IA ha llegado para quedarse como un aliado en tareas de investigación y generación de contenido, pero esto también plantea interrogantes sobre la originalidad y veracidad del material que consumimos a diario.
Es especialmente en áreas como el diseño, la ilustración y la escritura donde la IA ha encendido más alertas. Aunque puede crear textos largos, coherentes y bien estructurados, aún existen pistas que delatan su origen no humano.

Señales que pueden delatar un texto generado por IA
- Palabras repetitivas: Uno de los rasgos más evidentes de un texto generado por IA es la repetición de palabras o frases dentro de un mismo párrafo. Aunque los modelos han avanzado mucho, todavía pueden mostrar un vocabulario limitado o poco variado, especialmente en temáticas complejas.
- Pocos puntos y oraciones extensas: La IA tiende a redactar frases muy largas que concentran múltiples ideas sin pausas claras. Esto puede dificultar la lectura y dar lugar a párrafos extensos con poca división lógica.
- Ausencia de lenguaje coloquial: Los textos creados por IA suelen utilizar un lenguaje neutro y técnico. Rara vez incluyen modismos, giros locales o expresiones propias de una cultura o país. Esto puede hacer que el texto suene “impersonal” o “plano”.
- Falta de humor y opiniones ambiguas: La IA no tiene sentido del humor, al menos no como los humanos lo entienden. Además, cuando se le pide opinar, tiende a mantener un tono neutral o conciliador, evitando posturas claras o polémicas.
- Uso excesivo de viñetas:A la IA le gusta estructurar la información de forma esquemática. Las viñetas o listas son un recurso frecuente, pues permiten organizar mejor los datos. Pero un exceso de este formato puede levantar sospechas sobre su origen.
- Carencia de referencias actuales: Las IA no siempre están conectadas en tiempo real con la actualidad. Por eso, si un texto evita mencionar datos recientes, eventos contemporáneos o cambios recientes en un tema, podría haber sido generado por una máquina con conocimientos desactualizados.
¿Qué pasa si un texto con IA fue editado por un humano?
También puede ocurrir que un texto generado por IA haya sido posteriormente retocado por una persona. En estos casos, los indicios anteriores pueden estar más difuminados. Por ello, existen herramientas online que permiten detectar contenido de IA con mayor precisión como "GPTZero", "DNG IA Detector", "Copyleaks AI Content Detector" o "Crossplag AI Content Detector".
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