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La afición del nuevo Papa

Robert Francis Prevost, "un gran aficionado al tenis"

El nuevo Papa se enamoró del deporte de la raqueta durante su estancia en Perú, según él mismo ha confesado. Lo ha practicado en Roma antes del cónclave

El nuevo Papa, en el balcón central de la Basilíca de San Pedro
El nuevo Papa, en el balcón central de la Basilíca de San PedroRICCARDO ANTIMIANIAgencia EFE

La semana del cónclave en Roma y la elección del nuevo Papa han coincidido con el Masters 1.000 de tenis de la capital italiana. Se trata del último gran torneo previo a Roland Garros y en él compiten casi todos los aspirantes a levantar la Copa de los Mosqueteros en París. Entre ellos están Jannik Sinner, el número uno del mundo, y Carlos Alcaraz. Pero una hora antes de comenzar la sesión vespertina en el Foro Itálico, los móviles alrededor de la central, la pista Pietrangeli, estaban más pendientes de qué sucedía en el Vaticano de lo que pasaba en las pistas secundarias del torneo. El anuncio de la elección de Robert Francis Prevost como León XIV estuvo acompañado de una ovación antes de que uno de los ídolos locales, Fabio Fognini, compareciera en la central.

Y es que el nuevo Pontífice se ha confesado como "un gran aficionado al tenis". Según informó Antonio Pelayo en Antena 3, el cardenal Prevost estuvo jugando al tenis en Roma antes de ingresar en la residencia de Santa Marta para celebrar el cónclave del que saldría elegido como sucesor de Francisco. León XIV nació en Chicago, una de las cunas del baloncesto estadounidense. Estudió en la Universidad de Villanova, otro centro con una importante tradición en el basket norteamericano. Pero su deporte favorito lo descubrió durante la etapa de más de 20 años que vivió en Perú donde fue arzobispo de la ciudad de Chiclayo. En medio de su carrera pastoral surgió la afición por la raqueta como ha confesado en alguna conversación. "Me considero un gran aficionado al tenis", confesó después de reconocer que cada vez fue teniendo menos tiempo para practicarlo debido al tiempo que tenía que dedicar al arzobispado. "Desde que dejé Perú tuve pocas ocasiones de practicar el tenis, así que estoy deseando volver a las canchas", comentó el cardenal Prevost mucho antes de convertirse en el Sumo Pontífice.

En sus primeros tiempos en Perú, según se ha apuntado desde su entorno, se las ingeniaba para encontrar algún momento en el que vestirse de corto, coger la raqueta y pelotear. Y es que el apellido del nuevo Papa, Prevost, coincide con el de un medallista olímpica en los Juegos de París 1900 correspondientes a la segunda Olimpiada. La francesa Yvonne Prevost fue uno de los primeros referentes femeninos en la historia del tenis entre finales del siglo XIX y principios del XX. Ganó dos platas en aquellos Juegos y su padre, André Prévost, fue medalla de bronce en la misma edición.

La vinculación del deporte con los Papas viene de lejos. Y en numerosos recibieron sobrenombres vinculados de algún modo con alguna actividad deportiva. León XIII fue el Papa nadador; Pío XI, el Papa montañero; Juan XXIII, el Papa olímpico por acoger a los atletas en los Juegos de Roma 1960; Juan Pablo I, el Papa ciclista y Francisco, el Papa hincha, por ser socio del club San Lorenzo de Almagro argentino. Este último ha sido el que más directamente ha estado con una de las actividades más globales que existen. Francisco protagonizó numerosas audiencias privadas e incluyó el deporte en sus discursos. «La Iglesia, precisamente porque el deporte testimonia importantes cualidades de la persona, no puede ignorar los datos humanos estrictamente ligados a la actividad deportiva».

Y es que el deporte siempre ha estado vinculado de diferentes formas con el Papa. Son habituales las visitas de diferentes equipos, no sólo italianos, al Vaticano; hay un apoyo explícito al deporte paralímpico e incluso eventos como el Giro de Italia, que arranca hoy, pasará en apenas tres semanas por el Vaticano estrenando el papado deportivo de León XIV. Por cierto, Fognini, el ídolo local, no pudo dedicar una victoria al nuevo Papa.

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