
Cultura
El arte como cura del alma ante catástrofes
La Fundación Princesa de Girona trae referentes como Silvia Fernández que ofrece terapias a través de la cultura

A la hermana de Silvia Fernández le diagnosticaron una enfermedad rara y utilizando el arte, se dio cuenta de que mejoraba su estado de ánimo. En 2016, creó la Fundación ArtePaliativo para «que sea un poco menos traumático el hecho de convivir con una enfermedad» y se dedica «a que la medicina sea más integrativa, no sólo la parte física en las personas que conviven con una enfermedad sino también la emocional y espiritual».
Ahora, por aquel entonces nada le hubiese hecho pensar que nueve años después su enfoque podría acabar en personas que han sufrido un trauma por pasar una catástrofe natural, como lo fue la dana en Valencia.
Desde marzo, su fundación tiene dos arteterapeutas en Valencia que atienden a domicilio a personas con alguna enfermedad que además han sido afectadas por la dana. Con una mochila llena de materiales, buscan «ofrecer un espacio libre donde no hay juicio, ni interpetración ni análisis». A pesar de las grandes diferencias entre sufrir una enfermedad y estar afectado por un evento inesperado como la dana, también hay similitudes. «Hay pequeños duelos y pérdidas que vas viviendo como la pérdida de normalidad, dejar de hacer tus rutinas, tu rol como padre, madre, trabajador o como niño por no poder ir al colegio», explica.
Por eso buscan ofrecer certezas en la incertidumbre y un momento de desconexión a través del arte. «En un momento vital en el que no puedes controlar nada, que todo lo de tu alrededor está desordenado, no tienes sensación de seguridad, te ha cambaido tu rutina, al menos en las sesiones puedes decidir y controlar qué técnica usar, qué color utilizar... es un momento en el que vives en el momento presente y no en el pasado o futuro y donde estás pudiendo escoger, sentirte útil y empoderado», explica a LA RAZÓN.
Visitas a colegios
Fernández recibió el Premio Social de la Fundación Princesa de Girona en el año 2023 por su labor y desde entonces colabora con la fundación. Esta pasada semana participó en su Plan especial para jóvenes de Valencia, un proyecto que se inició tras la petición de SSMM los Reyes de España de prestar atención a los jóvenes. La terapeuta participó la semana pasada con charlas inspiradoras en el IES 25 de abril de Alfafar, el CEIP Padre Majón de Valencia y el Colegio Marista Nuestra Señora de la Salud de Algemesí. «Fueron conversaciones muy bonitas e inspiradoras de preguntarnos qué nos hace bien» explica la terapeuta. «Había alumnos que decían: a mi me hace bien cocinarme una pizza con mis padres; salir a correr; hacer ballet; dibujar; pintar; escribir... cada uno decía qué le hacía bien y reflexionábamos de cómo recurrir a lo que nos hace sentir bien», añade.
Marco es uno de los alumnos de 5º de Primaria que asistió. Él asegura que «prefiere hablar lo más mínimo posible de eso», en referencia a la dana, pero que le gustó «lo del cartón», es decir, «pintar las paredes para que parezcan sitios más alegres».
El CEIP Padre Majón está en La Torre y el edificio lo habían inaugurado como nuevo en septiembre tras años con aulas prefabricadas. Tras la dana estuvieron cerrados tres semanas y al volver hacía falta « darle vida porque el patio estaba... no tenía luz». Por eso recurrieron también a las actividades de la Fundación Princesa de Girona como AmplificArte. «Al final, con la dana mucho alumnado ha sufrido a nivel anímico y mental, algunos han perdido muchas cosas y es un acompañamiento que nos puede servir a hacer uso de ese arte paliativo para atender en lo emocional», explica Eva Gil, directora del colegio. Coincide en ello el profesor de Marco, Jorge, que busca llegar a sus alumnos. «Creo que este año no se basa tanto en lo curricular sino en lo personal, sobre todo en emocional para el año que viene volver y seguir en el ritmo de antes de la dana», cuenta.
Ambos han contado desde febrero con una voluntaria de la Fundación Princesa de Girona, Lucía, que estará hasta julio, pero buscan ampliar el proyecto e incluir en el próximo curso algunos de los aprendizajes. «Al final el arte paliativo se puede meter en distintas asignaturas: lo puedes hacer en Música, escritura en Lengua, baile en Educación Física, manualidades y pintura desde Plástica», enumera el profesor.
El objetivo final de AmplificArte, en palabras de la profesora Marta Ruiz, que trabaja con la Fundación Princesa de Girona, es «fomentar el bienestar emocional de los chicos. Ellos necesitan salir de tanto barro de tanto hablar siempre de lo mismo, tienen que venirse arriba de alguna manera». Así, a través del arte, los jóvenes encuentran una vía para expresarse.
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